Alrededor de las once de la noche del viernes, una valiente comerciante, respaldada por toda su familia, encaró a los maleantes que brincaron a su azotea, los correteo y dio voz de alerta a la que alrededor de cien vecinos acudieron con palos, machetes y mucha voluntad a defender su seguridad, al llamado acudieron elementos de seguridad pública, finalmente un comerciante herido, una sociedad lastimada e impotente por tanta inseguridad y los maleantes en fuga movilizaron la integración de grupos de seguridad en esa colonia.
Al
llamado de auxilio los vecinos llegaron casi al mismo tiempo que
elementos de seguridad pública municipal y agentes ministeriales
para iniciar la persecución de los maleantes que saltaban por las
azoteas en las casas de las calles Benito Juárez Oriente y Vicente
Guerrero, ubicadas en la colonia Domingo Arenas, muchos minutos más
tarde llegó la ambulancia de Servicios de Urgencias Médicas
(SUMA) y mucho más tarde llegó la ambulancia de la Cruz Roja, para
trasladar, a un hospital privado, al comerciante encontrado en la
cochera de su casa, amarrado de las manos, golpeado, sangrando y casi
estrangulado con una camiseta.
Alrededor
de las 2.00 se fue despejando la calle luego de que los resultados de
la búsqueda fueron infructuosos, pero los vecinos
aprovecharon el tiempo para organizar la búsqueda, el apoyo a la
policía local y para tomar acuerdos para instalar sus propios grupos de
vigilancia y de autocuidado, en el entendido de que el gobierno
municipal no ofrece seguridad pública.
Ahí
comentaron y enlistaron los nombres de todos los vecinos que han sido
víctimas de la delincuencia en sus propias casas, de lo
tardado que resulta ser atendidos en el ministerio público y de la
necesidad de aplicar medidas eficientes para salvaguardar la seguridad
de todos los vecinos; toda vez que el gobierno municipal, encabezado por
el ingeniero en alimentos, José Rafael Núñez
Ramírez, no ha demostrado capacidad, ni responsabilidad para ofrecer
seguridad a los Texmeluquenses.
Extraoficialmente
se supo que los maleantes se escondieron en una casa de la calle
Vicente Guerrero, la cual por fortuna para sus
dueños, estaba vacía, pues los habitantes se encontraban de paseo, en
el trascurso del fin de semana, diversas reuniones vecinales dieron
cuenta de la urgente necesidad de agruparse para la autoprotección,
algunos vecinos de la calle Cristóbal Colón plantearon
la necesidad de llevar un pliego petitorio al presidente municipal para
ser atendidos; otros prefirieron implementar medidas de seguridad, pues
saben que el gobierno municipal nada resuelve.
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